Las emociones guían nuestro aprendizaje
Es normal sentir terror frente a un examen porque el miedo se configura como una respuesta de supervivencia, al igual que otras emociones y es que, contrario a lo que se pensaba… ser inteligente no significa -solamente- tener la habilidad para ser lógicos y racionales, sino que la inteligencia está muy ligado a las emociones con las cuales construimos nuestro aprendizaje.
Pues, aunque estamos bombardeados por información continuamente, el cerebro selecciona particularmente los estímulos que se asocian con eventos importantes para la supervivencia. Estos son llamados circuitos cerebrales de supervivencia y aquí se almacena la información más significativa porque de ella depende la toma de decisiones que salvaguarde nuestra vida, o no, de acuerdo con el neurocientífico Francisco Sotres Bayón
Las emociones son asociaciones producidas por los estímulos del medio ambiente que nos motivan, o no, a tomar decisiones y están ligadas a la supervivencia desde un ángulo evolutivo.
Y es que las elecciones emocionales se construyen en retroalimentación con la información del cuerpo, de ahí que no resulte descabellado decir “sentí mala espina y dije que no”, pues el sistema nervioso central, nuestro interlocutor con el medio ambiente, guarda las memorias del cuerpo y esa información la almacena para futuras tomas de decisiones.
“Las elecciones basadas en emociones son bastante más rápidas que las razonadas, estas toman muchísimo más tiempo”, señaló el investigador del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.
El cerebro continuamente está calculando qué es lo que va a pasar y si los elementos que tiene para tomar una decisión están reforzados con emociones negativas probablemente se decante por una decisión negativa.
Las memorias emocionales construyen y se guardan como un mapa en nuestro cerebro. La amígdala y la corteza prefrontal son dos regiones involucradas en muchos aspectos del aprendizaje y de las experiencias. De ahí que emociones como la ansiedad jueguen un papel importante a la hora de presentar un examen.
Cómo aprender más. Qué pasa en nuestro cerebro
El ejercicio, la buena alimentación y sobre todo una buena salud emocional son los elementos que regulan en mayor o menor medida nuestro aprendizaje debido a que estas guardan una relación allegada con la neuro plasticidad, que es la capacidad que tiene nuestro cerebro de establecer conexiones entre neuronas.
Particularmente Sotres Bayón y su equipo de investigación han realizado experimentos con ratas y han observado que el beneficio del ejercicio voluntario en estos animales aumenta la capacidad neuroplástica, en particular, en el hipocampo cuya zona cerebral guarda experiencias previas y aumenta la generación de neuronas nuevas en esta parte del cerebro.
"La generación de nuevas neuronas se dispara con el ejercicio de más de 30 días y esto aumenta la capacidad para establecer nuevas conexiones y fortalecer algunas sobre otras.
Incluso al remodelar experiencias cambia el peso de distintas estructuras cerebrales o vías neurales después de ejercitarse y eso aumenta la capacidad de decidir fácilmente", comentó.
Así, regular nuestras emociones y hacer ejercicio son la dupla perfecta para enfrentar un nuevo examen en puerta.